El Pentágono está desarrollando formas de detectar pulsos electromagnéticos para prevenir un ataque nuclear sorpresa de pulso electromagnético.
El Cuartel General de Defensa del país está trabajando en encontrar las maneras de detectar y analizar sensores de pulsos electromagnéticos, después de que – según han sido informados – China podría estar desarrollando un arma electromagnética para causar estragos en los Estados Unidos, aunque se piensa que otros países como Corea del Norte, Rusia e Irán, también habrían desarrollado este tipo de armas.
La semana pasada, Rusia confirmaba que había probado con éxito un cañón de pulso electromagnético que había desconectado un vehículo terrestre o un avión a una distancia de seis millas. Mientras que, en abril de 2020, Irán había conseguido lanzar con éxito un satélite militar, demostrando sus capacidades balísticas de misiles, que muchos temen podrían ser utilizadas como armas de pulso electromagnético.
Como consecuencia de un pulso electromagnético masivo y catastrófico, el apagón eléctrico y electrónico resultante podría causar la muerte de miles, sino de millones de habitantes.
La Agencia de Defensa para la Reducción de Amenazas está trabajando en planes para contrarrestar un posible ataque.
Como parte de los planes de la Agencia, se encuentra ser capaces de identificar rápidamente cualquier problema de funcionamiento en los sistemas esenciales, de manera que puedan iniciarse procedimientos alternativos. Para ello, podría ser necesario el uso de sensores, capaces de proporcionar datos sobre el pulso, su duración e intensidad, indicando además qué aparatos habrían sufrido daños y de qué tipo. Estos sensores, informarían si el pulso electromagnético habría sido provocado por un evento nuclear, y qué tipo de aparato se habría utilizado, así como desde dónde.
Para ello, sería necesario establecer una red de trabajo con amplios sistemas en los que compartir información y poder realizar análisis colaborativos, así como disponer de postes móviles de comando e instalaciones específicas. Debido a las limitaciones de tamaño, peso, potencia y datos con estas diferentes plataformas, es probable que la capacidad de estos sensores varíe. Sin embargo, teniendo en cuenta que las comunicaciones es una de las capacidades que se ven afectadas por un pulso electromagnético, los sensores tendrían que ser capaces de funcionar por sí mismos.
Los sensores más pequeños podrían no ser más grandes que una “pegatina”, de manera que un solo soldado, a nivel individual, pudiera ser informado rápidamente si se ha visto expuesto a un pulso electromagnético.
Pero, el desarrollo de estos sensores de pulsos electromagnético no es algo nuevo, sino algo en lo que la División de Detección Nuclear (DTRA) ha estado trabajando desde principios de 1962.
El informe sobre la amenaza china, en forma de un ataque nuclear desde el cielo, ha sido publicado por el Grupo de Trabajo de Pulsos Electromagnéticos de Homeland y National Security, cuyo Director Ejecutivo ha advertido en su primer informe del 10 de junio de 2020, acerca de un posible ataque estilo “Pearl Harrbor”, es decir, por sorpresa, en una confrontación entre China y Estados Unidos.
La amenaza se pone sobre la mesa ahora que ambas naciones mantienen una lucha de poder y las relaciones se han enfriado como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
Las armas nucleares que generan Pulsos Electromagnéticos, son armas nucleares de bajo rendimiento, detonadas en la atmósfera para crear una ola de energía invisible y silenciosa que fríe los equipos electrónicos y que puede dejar inservible toda la red eléctrica. Sin energía eléctrica, la nación quedaría sumida en un caos que podría, entre otros, desencadenar saqueos y hambruna, provocando la muerte de millones de personas.
El que fuera Director del Gabinete de la Comisión sobre Pulsos Electromagnéticos del Congreso, está pidiendo a la Casa Blanca que haga más para proteger la red eléctrica y otras infraestructuras críticas. Este experto trabajó también como asesor del Comité de Servicios Armados de la Cámara, y es un exagente de inteligencia de la CIA.
Según advierte, cree que un ataque a una altitud elevada con un pulso electromagnético es el tipo de guerra del futuro más probable.
El informe destaca que China se ha estado preparando para este tipo de ataque desde hace muchos años, de manera que puede utilizar esta capacidad, al mismo tiempo que los ataques cibernéticos. Según afirma, China ha robado los diseños de este tipo de armas de los Estados Unidos y sugiere que el lanzamiento de armas mediante satélites o misiles hipersónicos podría servir como sistema de envío de pulsos electromagnéticos.
Este informe advierte también que el pequeño arsenal de China podría convertirse en un “asesino gigante”, si resulta ser equipado mediante las cabezas nucleares diseñadas para los ataques con pulsos electromagnéticos. Y añade que, si bien China se ha autoimpuesto la política de “no actuar primero”, esta política no es aplicable a las armas de pulso electromagnético.
Según se menciona en el informe, la pandemia del coronavirus ha expuesto una peligrosa debilidad en Estados Unidos en cuanto a su planificación para los desastres. Por lo que los poderes extranjeros se habrán percatado del pánico y falta de respuesta de Estados Unidos frente al virus.
Curiosamente, el Presidente Trump ya firmó el año pasado un orden ejecutiva para intentar y proteger Estados Unidos de la amenaza de un pulso electromagnético. Ordenó a todas las agencias federales a planificar la posibilidad y a evaluar los riesgos para América. Sin embargo, para el Director Ejecutivo del Grupo de Trabajo de Pulsos Electromagnéticos de Homeland y National Security, hasta el momento, no se ha hecho nada para proteger la red eléctrica nacional y para que otras infraestructuras críticas puedan mantener con vida a 330 millones de americanos.
Pero, no pienses que solo Estados Unidos está en peligro. Todos los países de la Tierra son extremadamente dependientes de los sistemas electrónicos, así como sus sistemas defensivos y de obtención de datos, prácticamente a tiempo real. Cualquier pulso electromagnético masivo podría, no solo dejar a oscuras el país afectado, sino inutilizar cualquier aparato eléctrico y electrónico, de manera que la forma de vida de los ciudadanos daría un cambio drástico, causando numerosas víctimas mortales. En Estados Unidos, según informaba el Grupo de Trabajo de Pulsos Electromagnéticos de Homeland y National Security en 2017, en el caso de un pulso electromagnético masivo, en el primer año del apagón, perdería la vida hasta un 90% de la población americana, es decir, 295 millones de personas (Solo tienes que comparar las cifras de víctimas con las que podrían acontecer en tu propio país).
Más recientemente, en un informe de 2018 del Pentágono, sobre lo que podría suceder tras un pulso electromagnético masivo en Estados Unidos, se explica que:
Los militares podrían estar desarmados, ya que todas sus armas estarían inservibles. Al mismo tiempo, todas las bases estarían sin electricidad, sin energía y sin GPS.
Los militares serían incapaces de determinar la fuente de dicho pulso electromagnético.
4,1 millones de personas tendrían que marcharse de las proximidades de todos los reactores nucleares.
El 90% de los habitantes de la Costa Este de los Estados Unidos morirían después de 12 meses.
No habría energía eléctrica para el transporte, alimentos, sanidad, etc.
No habría servicio de telefonía.
A las pocas horas, se producirán saqueos y sublevaciones sociales.
Se tardarían unos 18 meses en restablecer el orden.
Un ataque internacional de pulso electromagnético dejaría la red eléctrica de Estados Unidos totalmente muerta.
Pero, no todos los pulsos electromagnéticos son consecuencia de ataques nucleares a gran altitud, y, sin lugar a dudas, los gobiernos son conscientes de ello. También pueden tener lugar por causas naturales, provocados por el Sol o por algún otro planeta…
Si no crees que otros países también han mostrado su interés por los efectos de un pulso electromagnético y han intentado hacer algo al respecto (aunque, la mayoría de veces, todo queda en un intento), solo tienes que investigar un poco puesto que suelen ser decisiones que pasan desapercibidas porque se les da poca publicidad. Por ejemplo, en España, en el año 2012, el Congreso de los Diputados aprobó (y además por unanimidad), un plan de prevención ante tormentas solares que instaba al Parlamento Europeo y a la Comisión Europea, a diseñar un protocolo de actuación que garantizara la distribución eléctrica y las telecomunicaciones en caso de tormenta solar.
Desde entonces, parece ser que se ha hecho poco más al respecto, aunque España sí que construyó un búnker de proporciones gigantescas (de más de 10.000 metros cuadrados) en Torrejón de Ardoz, compartido entre el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de la OTAN y la Defensa Aérea Nacional española, recubierto de cobre con el fin de que pudiera seguir funcionando tras sufrir un pulso electromagnético masivo.
El Observatorio del Clima Espacial de la Asociación Española de Protección Civil para el Clima Espacial y el EMP (AEPCCE), lleva tiempo insistiendo en la necesidad de adoptar protocolos de reacción e implementar medidas preventivas, siguiendo el camino marcado por el Decálogo preventivo de la Protección Civil de Extremadura, que resulta ser pionero en España en esta materia.
Desde la AEPCCE vienen pidiendo desde entonces (año 2012), que la población civil debería saber que existe una pequeña posibilidad real, aunque sea de un 1%, según su cálculo, de que se produzca un pulso electromagnético catastrófico, saber cuáles serían sus efectos principales y qué tendrían que hacer al respecto. De hecho, Protección Civil de Extremadura publicó una advertencia a su población sobre la posibilidad de una “tormenta solar severa”.
Sin embargo, no resulta fácil determinar si se ha sufrido un pulso electromagnético. Avanza de forma silenciosa, como ondas de radio silenciosas, tornando inservibles los aparatos. De hecho, lo más probable es pensar que se ha producido un simple apagón eléctrico temporal… Porque, además, contrariamente a lo que se pueda pensar, según han explicado los científicos, cuando se produce un pulso electromagnético no mata ni hiere a nadie de forma directa. Eso sí, su gran capacidad destructiva se basa en que interrumpe el suministro eléctrico, al freír todos los aparatos eléctricos y electrónicos, por lo tanto, dañando cualquier dispositivo que funcione con electricidad.
Esto significa que, sin aviso previo, y en unos segundos, un pulso electromagnético podría dejar sin energía eléctrica a todo un país (e incluso al planeta entero, dependiendo del tipo de pulso electromagnético que se produzca). Además de la electricidad, dejarían de funcionar los teléfonos móviles, los sistemas GPS, los cables submarinos, los coches, los cajeros automáticos, las gasolineras… Párate por un momento e imagínalo. Verás cuántas cosas dejarían de funcionar y de existir… Sin olvidar que cualquier aparato que estuviera en el aire, volando en el espacio aéreo, caería fulminado.
Pero, imaginar todas las consecuencias de este tipo de pulso electromagnético no deja de ser pura especulación, ya que nunca se ha sufrido un evento catastrófico de tal magnitud.
Si se produce un apagón eléctrico, para determinar si ha sido un por un pulso electromagnético, recomendamos comprobar los aparatos eléctricos y electrónicos, así como los del vecindario. Verificar si funcionan el servicio de telefonía móvil, el GPS, así como la emisión de televisión vía satélite. Si todo ello falla, entonces, estarás ante una situación de emergencia catastrófica.
¿Piensas que estás preparado/a para un pulso electromagnético? Para empezar, ¿sabrías identificar si un apagón eléctrico ha sido causado por un pulso electromagnético? ¿Qué crees que pasaría si se produjera un apagón eléctrico masivo? ¿Sabrías qué hacer inmediatamente después de que se produzca un pulso electromagnético?
Por si no estás preparado/a para un apagón eléctrico, en este artículo de Supervivencia te explicamos cómo prepararte para uno que sea masivo y duradero “Cómo prepararte para un apagón eléctrico masivo y duradero”
Posiblemente te interese saber los efectos de los pulsos electromagnéticos en los aparatos de tu día a día -dia-a-dia/
Fotografía1. El Pentágono de los Estados Unidos de América.
Fotografía2. Mapa que muestra la afectada (en rojo) por un ataque nuclear de pulso electromagnética (números en negro).