
Existen numerosos tipos de catástrofes que pueden producirse y poner tu vida patas arriba en cuestión de segundos. Si te sorprende en la ciudad, seguramente desearás haberte preparado con antelación para no tener que sufrir lo que otros/as que no lo hicieron.
Si la catástrofe es de tales proporciones que lo más sensato y seguro sería abandonar la ciudad, lo tienes claro. Sin embargo, escapar de la ciudad en estas circunstancias no es fácil, especialmente según la gravedad del desastre que haya acontecido.
El riesgo de cruzarte con alguna persona que no se haya preparado aumenta conforme pase el tiempo, así como el riesgo a quedarte atrapado/a en medio del tráfico. Por lo tanto, disponer de un plan de emergencias adecuado podría marcar la diferencia entre poder salir en cuestión de una hora, tardar un día, o no conseguirlo.
Lo normal es que, cuando se quiere huir de la ciudad, se piense en la ruta más rápida. Pero, ¿sabes cuántas personas tendrán la misma idea? Lo más probable es que sean muchas. Pensarán que, si van por la autopista o por la autovía, podrán salir antes que nadie, pero en realidad, será un camino congestionado de tráfico y se producirán retenciones considerables, además de que habrá discusiones acaloradas, colas para reponer combustible (llegando un momento en el que ya no se pueda repostar), accidentes que pueden entorpecer o interrumpir el tráfico, etc.
Así que, cuando planifiques una ruta de salida o de escape de tu ciudad, no te decidas por la más rápida sino por la más lenta. Sí, puede parecer una incongruencia, pero posiblemente se convierta en la más rápida precisamente porque evitarás las retenciones que tendrán lugar en las demás.
Ahora, si se produce una emergencia y tienes que abandonar tu ciudad, al menos tendrás esto en mente para no quedarte atrapado/a en el camino.
Otra alternativa para marcharte es utilizar una bicileta, una motocicleta o incluso un patinete. Y, por supuesto, la última opción es la de hacerlo a pie. Siempre puedes guardar algún otro vehículo en las afueras de la ciudad, en casa de un amigo/a, de un familiar, en un trastero…
Las catástrofes, según del tipo que sean, causan reacciones diversas en las personas, especialmente en las zonas densamente pobladas como son las ciudades. Cuando se pueden predecir, como, por ejemplo, la llegada de un huracán, es posible contar con el tiempo suficiente para evacuar la zona. Pero, aún así, cualquier desastre puede desatar el pánico. Y si no cuentas con un plan de emergencias adecuado, podrías quedar expuesto a muchos problemas. Especialmente si se trata de un desastre impredecible que sorprende a todos/as.
Todas las situaciones de catástrofe implican reacciones en cadena, que parten desde el mismo momento en el que se produce el desastre. Cada persona puede reaccionar de forma distinta, pero en términos generales se puede plasmar en una línea de tiempo para que puedas comprender la razón por la que marcharse lo más rápido posible resulta crucial para tu supervivencia.
Cuanto antes dispongas de un plan de escape, mejor estarás preparado/a para afrontar una situación de desastre.
Antes de…
Para aquellos desastres que son pronosticados y para los que te proporcionan algo de tiempo antes de que tengan lugar en tu ciudad, preparar un plan de emergencia de antemano resulta crucial para que puedas huir antes de que se desate el caos.
Del mismo modo, disponer de una mochila de emergencias lista para coger y salir corriendo puede resultar un gran alivio, llegado el caso. Procura dejarla en un lugar de tu casa que esté a mano y que todos los miembros de tu familia sepan dónde se encuentra. Lo más normal es contar con una mochila por cada persona, y mascota (sigue el enlace para ver lo que puedes llevar en la mochila de emergencia de tu mascota.
Teniendo en cuenta que una catástrofe puede sorprenderte en cualquier lugar, y posiblemente no tengas la suerte de que sea en tu casa o en tu refugio seguro, es necesario preparar un plan de emergencias familiar.
Poder localizar o contactar a los demás miembros de tu familia durante un desastre puede resultar muy difícil. Especialmente si la emergencia les ha sorprendido en el trabajo, en el colegio, en el supermercado… Decide qué punto de la ciudad será un punto de encuentro, de manera que, si sucediera algo, todos sepáis dónde acudir para encontaros. Si eliges varios puntos de encuentro, mejor, por si falla alguno.
Si no tenías una mochila de emergencias preparada, tendrás que apresurarte ahora a comprar para conseguir los artículos de supervivencia que vas a necesitar durante los próximos días. La verdad es que no es el mejor momento para acudir a un supermercado, pero si no tienes más remedio, más vale que lo hagas pronto, antes de que todos los demás acudan en masa y puedan producirse problemas serios.
Una vez se ha producido el aviso o la situación de emergencia, el tiempo que tardes en abandonar la ciudad es fundamental. Si lo haces cuando lo hagan todos los demás, podrías quedarte atrapado/a en la carretera. Tienes que saber planificar, utilizar la mejor ruta de escape, contar con el combustible necesario e intentar marcharte cuando no lo hagan los demás (por ejemplo, a primera hora de la mañana o de madrugada, cuando todos los demás están durmiendo).
Durante…
La primera hora después de producirse un desastre es la más importante para toda persona que se considere preparada para una emergencia. Al menos, en esta situación, deberías saber mejor que nadie cómo actuar y hacerlo más rápido que otros. Para algo te has preparado con antelación, ¿no?
Lo primero que tendrás que hacer es tomar la decisión de quedarte o marcharte. Si decides abandonar la ciudad, deberías haber planificado una ruta de escape, saber a dónde te diriges y con quién. Planificar de antemano estas situaciones podría ayudarte a ahorrar tiempo, aunque ten en cuenta que las rutas de huida podrían variar, según el tipo de emergencia que se haya producido. Así que, asegúrate de planificar distintas rutas de escape. Al menos tres.
Procura evitar zonas de la ciudad que sean más transitadas o las vías más utilizadas para abandonarla. Muchas personas concentradas en un mismo punto durante una emergencia podrían perder los nervios y producirse situaciones violentas.
Cuantas más horas transcurran desde que se produjo el desastre, más pánico habrá en las calles. Esto hará que comunicarse y trasladarse de un lugar a otro sea cada vez más difícil. Unas seis horas después de que tuviera lugar el evento, posiblemente ya puedas encontrarte con muchas personas que intenten desplazarse por las calles y carreteras. Habrá accidentes de coches, atropellos, e incluso podría haber estampidas, según la situación.
Cuando quienes no se hayan preparado, se den cuenta de la gravedad de la situación, es posible que empiecen los saqueos. En estos momentos, es mejor que no te acerques a los supermercados y a las tiendas. Si lo haces, te arriesgas a resultar herido/a, a que te roben, e incluso a que la policía pueda confundirte con un saqueador.
Cada vez habrá más violencia, ya que los servicios de emergencias y policiales se habrán visto superados por la situación. Si hay pánico y no hay recursos policiales, las personas se tomarán la justicia por su mano. Tomarán decisiones y cometerán actos que no harían si hubiese policía. Así que, evita las zonas más pobladas de la ciudad, a toda costa.
Aproximadamente doce horas después de que se produjera la catástrofe, apenas quedarán recursos en los supermercados, tanto esenciales como no esenciales. Ya no vale la pena acudir a ninguno de ellos. Lo poco que les quedara, seguramente lo habrán robado.
Ahora habrá personas merodeando por las calles, pidiendo ayuda, o intentando captar a alguien a quien puedan quitarle lo que tiene. Ya no te puedes fiar de nadie.
Probablemente empiecen a robar también en las armerías porque querrán estar armados para defenderse. Así que ya sabes que ahora también tienes que contar con personas armadas por las calles.
Transcurrido un día desde que se produjo el desastre, cualquier persona podría resultar un riesgo mortal. Por supuesto que hay que ayudar a quien lo necesite, pero no te dejes engañar. Y aléjate de quienes tengan malas intenciones.
Si tienes un arma, no uses la munición como advertencia. Hazlo únicamente para defenderte. Nunca dispares a nadie por pánico. Y, si tienes que defenderte porque quieren matarte, dispara a matar.
El tiempo máximo que tienes para abandonar tu ciudad en el caso de que se produzca una catástorofe es de 24 horas. Pero, lo recomendable es que te hayas marchado antes de que pasen seis horas. Un dia después del desastre, ahí afuera será un mundo sin ley, es decir, un gran riesgo para ti y para tu familia.
Nunca te quedes en casa a menos que no tengas más remedio. Quedarte en un hogar que no esté preparado para este tipo de emergencias te deja completamente vulnerable y en manos de cualquiera que vea tu casa como un objetivo.
Atrapado/a en la ciudad…
Por desgracia, podría darse el caso de que hayan pasado las 24 horas y no hayas podido salir de la ciudad. Podrían darse situaciones por las que te resulte imposible marcharte: una enfermedad, no disponer de vehículo, que las carreteras estén bloqueadas…
No estaría de más que prepares tu casa para este posible escenario.
Asegúrate de proteger tu casa y lo que tienes, añadiendo elementos de seguridad en puertas y ventanas; dispon de recursos de emergencias para varios días o semanas; cuenta con un sistema de calefacción y de cocinado por si se produce un apagón eléctrico…
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Si te quedas en casa, procura pasar todo lo desaparecibido que puedas. Alejate de las ventanas, echa las cortinas y las persianas y cierra bien las puertas. No hagas mucho ruido y, sobre todo, que no puedan comprobar que dispones de recursos que no tienen los demás.
En el camino…
Si lograste salir de la ciudad y en el camino a tu refugio sufres algún contratiempo que te impide poder continuar tu trayecto en un vehículo motorizado, es el momento de echar mano a esa planificación previa que deberías hacer ahora. Y es el planificar que tu ruta de escape pueda hacerse a pie.
Lógicamente tardarás más tiempo en llegar a tu lugar seguro, pero saber lo que tienes que hacer y a dónde acudir, evitará que cunda el pánico.
Si te alejas de las carreteras más transitadas, mucho mejor. Cuantas menos personas te encuentres ahora, más seguridad. En situaciones de emergencia y de pánico, las reacciones de las personas pueden ser realmente sorprendentes.
Comunicación
Durante un desastre, es posible que se vean interrumpidas las líneas de telefonía. En estos casos, ¿cómo podrás comunicarte con tus familiares?
Podría ser interesante que dispongas de Walkie-talkies. Suelen ser muy útiles en emergencias, pero recuerda que siempre puede haber alguien más escuchando, así que procura no facilitar datos que puedan ayudarles a localizarte y habla con tu amigo/a o familiar de manera que comprenda lo que le estás diciendo, pero sin delatar tu posición.
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