Digamos que quieres estar preparado/a para una emergencia, pero que quieres hacerlo lo antes posible.
Puede que algún acontecimiento reciente, haya hecho saltar esa chispa en tu interior, desatando cierta preocupación por lo que podría suceder en un futuro. Prepararse para una emergencia puede parecer una ardua y larga tarea, sin embargo, vamos a simplificarlo para que puedas hacerlo en un tiempo récord. No tiene por qué ser un proceso eterno. Solo tienes que adaptar nuestras sugerencias, dependiendo del dinero que quieras invertir. Pero, al menos tendrás una guía rápida para prepararte en solo dos semanas.
Durante los próximos 7 días, puedes ir preparando tu almacén de emergencia según nuestras indicaciones. Y, en nuestra siguiente Newsletter de supervivencia, tendrás nuevas sugerencias para otros 7 días, completando así tu preparación exprés en solo dos semanas. Bueno, ¿qué te parece? ¿Te animas a hacerlo?
No tienes por qué seguir el orden establecido en nuestra proposición. Además, te recomendamos que adaptes lo que te planteamos, a tus propias necesidades.
Empezamos.
Día 1 Almacenar agua
El agua es el primer elemento necesario en nuestro almacén de emergencia. ¿Sabes cuánto tiempo podrías sobrevivir sin agua? Se calcula que, entre tres y cuatro días, aunque claro, esto es difícil de asegurar ya que existen otros factores que podrían influir en acortar o alargar este tiempo, por ejemplo, si esta situación se produce en pleno verano, con mucho calor, probablemente este tiempo se vería bastante reducido. Quizás puedas aguantar algo más si la temperatura ambiente es fresca o si no estás expuesto/a directamente a la luz del sol, pero nuestro organismo pierde agua de forma constante, por lo que existe el riesgo de sufrir una deshidratación….
Se calcula que al menos el 60% de nuestro organismo adulto está formado por agua. Todas las células de nuestro cuerpo la necesitan para que pueda seguir funcionando. El agua lubrica nuestras articulaciones, regula nuestra temperatura corporal y nuestra respiración… En resumen, que tienes que comprender que el agua – si lugar a dudas – es una prioridad en tu almacén de emergencia.
Pero, ¿cuánta agua?
Es una buena pregunta. Teniendo en cuenta que se recomienda que un hombre adulto beba 3,7 litros de agua al día y una mujer 2,7 litros de agua al día, probablemente sería conveniente guardar unos 4,5 litros de agua al día, por persona (adultos).
Si hacemos el cálculo, serían:
4,5 litros/persona/día x 7 días = 31,5 litros/persona/semana
31,5 x 2 = 63 litros/persona, para 2 semanas
Según este cálculo, podrías necesitar 63 litros de agua para 2 semanas. Claro que esta cantidad sería en condiciones normales y para personas sin necesidades especiales.
Por ejemplo, si tienes una persona en tu familia que esté amamantando a su bebé, tendrás que añadir agua extra, y si hay un bebé que esté tomando alguna fórmula especial (recuerda que se trata de un preparado que se hace con agua). Ten presente también otras condiciones médicas que requieran un mayor consumo de agua…
Vale, en estos momentos, es probable que te hayas echado las manos a la cabeza. ¡Cuánta agua! ¿Dónde y cómo vas a guardar tanta cantidad?
En lugar de almacenar botellas de litro o incluso de 5 litros, para ahorrar espacio, te recomendamos que compres contenedores grandes para almacenar agua. Existen diversas capacidades y precios. Nosotros optamos por estos dos tipos. El contenedor barril. Y este otro, que es una cubeta. Ambos encajan bien en muchos entornos. Están perfectamente preparados para almacenar agua potable y se puede acceder fácilmente a ella.
No te olvides de lo importante que es contar con agua en tu almacén de emergencia. Si quieres más información sobre cómo, asegúrate de leer nuestros artículos: “Lo básico para tu supervivencia: agua” y “Recoger agua de lluvia para beber”.
Dia 2 Alimentos no perecederos
Después de almacenar agua, otro elemento imprescindible en tu almacén de emergencia son los alimentos. Como sucede con el agua, nadie puede sobrevivir sin comida (excepto algunas personas excepcionales). Dicen que una persona adulta no podría sobrevivir más de tres semanas sin alimentarse, sin embargo, es un tiempo difícil de pronosticar ya que la duración de la supervivencia de una persona sin comida se ve muy influenciada por factores como el peso y grasa corporal, la variación genética, la presencia o ausencia de deshidratación, las circunstancias en las que se encuentre, así como otras consideraciones de salud.
Cuando se habla de almacenar alimentos, la mayoría de las personas se preocupan por el dinero que tendrán que invertir porque, obviamente, supone un gasto. Como sucede en todos los aspectos de la preparación de emergencias, este apartado puede suponer una inversión mayor o menor, según lo que decidas hacer. ¿Lo más sensato? Que te marques un presupuesto para esta partida. Una cantidad de dinero que creas sea lo más oportuno para invertir y que se encuentre dentro de tus posibilidades
Los alimentos no perecederos son esenciales en tu preparación. Ya lo hablamos en nuestro artículo: “Lo básico para tu supervivencia: la comida”. Pero, ¿sabes cuáles son los alimentos no perecederos? Pues son aquellos que no se deterioran por la temperatura, presión o humedad y sí con el manejo de los mismos y por condiciones no determinadas según su empaquetado. Algunos pueden durar hasta un año. Así que, como no sabes cuándo se producirá esa emergencia para la que te estás preparando, lo mejor será que guardes los alimentos con una fecha de caducidad mayor. Para contar con comida preparada que pueda durar entre 15 y 25 años, tenga un buen sabor y que solo haya que hervir y servir, te recomendamos que pruebes la marca que compramos con frecuencia para nuestra despensa de emergencia. Disponen de platos diversos, nos gustó especialmente el de Arroz con pollo.
Ah, y no te olvides de ir rotando los alimentos. Tendrás que ir utilizando los que estén a punto de caducar. No querrás tener que tirar lo que has comprado porque ha caducado sin que lo usaras. Tendrás que llevar un control de lo que has comprado y de las fechas de caducidad. Planificación y orden.
A continuación, te hacemos algunas sugerencias para que te sea más fácil saber qué comprar, aunque probablemente hagas algunos cambios para introducir la que más te agrade (siempre que se adapte a las características que debe cumplir):
Miel
Harina
Sal
Azúcar
Barritas energéticas
Frutas deshidratadas
Especias
Productos enlatados como:
fruta, verduras, atún, sopas, maíz…
Verduras en cristal
Puré de patatas en copos
Día 3. Otras formas para cocinar
Ahora que tienes agua y comida en tu almacén de emergencia, pensemos en el modo que vas a utilizar para cocinarla. Lo ideal sería que la mayor parte de la comida que tengas guardada apenas necesite cocinado, sino solo calentarla, o incluso que sea posible comerla tal y como está, pero hay que disponer de otros medios para cocinar, por si se produce la necesidad. Imaginemos que tiene lugar una tormenta eléctrica extrema y se va la luz. Si todo lo que tienes en tu casa es eléctrico, pocas opciones tendrás para prepararte la comida.
Una de las formas más fáciles que hay como alternativa en un momento como este es usar un hornillo de acampada. Los hay de distintos tipos. Posiblemente te parezca más interesante uno que funcione simplemente con leña en lugar de usar gas. El hornillo de acampada que te proponemos es fácil de llevar porque pesa poco, es plegable y compacto. No emite ningún tipo de químico y puedes cocinar usando ramas, hojas, o alcohol. Además, es de titanio, así que el material es bueno.
Si eres de los que prefiere un hornillo a gas, es posible que tengas suficiente con este hornillo que cuenta con una potencia nominal de 3000 W. Es decir, que podrías hervir agua en cuestión de unos cinco minutos. Puedes usar bombona de Butano y de Propano, pero recuerda hacerlo solo en el exterior. Está hecho de aluminio y acero inoxidable y es ligero.
Recuerda que, si te compras algún hornillo de estos, tendrás que comprar una sartén y una cazuela especialmente para su uso en el hornillo porque ya no podrás utilizarla en otro aparato de cocina.
Otra opción en la que probablemente habrás pensado es hacer una barbacoa en la parte de atrás del jardín o en la terraza. Claro que, aunque esta es una opción bastante acertada (nunca hagas una barbacoa en el interior de una vivienda), solo podrás llevarla a cabo si no llueve o si las condiciones climáticas no son las más adecuadas para estar a la intemperie.
En todo caso, si tienes una barbacoa, recuerda guardar pastillas para prender, carbón… Y cerillas o un encendedor.
Día 4. Más alimentos no perecederos
Sí, no has leído mal. Hemos introducido otro día en la semana para que sigas acumulando alimentos no perecederos. ¿Por qué? Pues por dos motivos. Por la importancia de guardar bastante comida y para que no tengas que gastarlo todo el mismo día.
Seguimos haciendo algunas sugerencias de alimentos, pero recuerda que puedes añadir o modificar esta relación, según tus preferencias y necesidades personales:
Arroz
Pasta
Salsa para pasta
Infusiones y café
Chocolate para untar
Mermelada
Carne enlatada
Café instantáneo
Vinagre
Bicarbonato
Leche en polvo
Semillas de girasol
Por supuesto que podemos darte más ideas. Para ampliar información, no dejes de leer estos artículos en los que te informamos sobre “¿Cuál es la comida de supervivencia que deberías tener ahora mismo para afrontar una emergencia?”.
Día 5. Purificador de Agua
Tener agua almacenada está bien, pero, ¿has pensado qué harás cuando se acabe? Nuestro artículo: “Saber cómo recoger agua de lluvia para beber” te puede ser muy útil para cuando llegue el momento.
Vale, aclarado este punto, puede que, de algún modo, consigas recoger agua, sin embargo, ¿crees que será potable? Si has pensado en usar el agua de la piscina, no te pierdas estos artículos: ”¿Se puede tratar el agua de la piscina para su consumo?” Y “¿El agua de una piscina salada es apta para beber?”.
Es posible que pienses en hervir el agua, pero existen métodos para purificarla de forma más sencilla. En nuestro artículo: “¿Qué filtro utilizar para purificar el agua?”. Te comentábamos acerca de los filtros de agua de campo alto, como la Sawyer Mini y la LifeStraw, que, en nuestra opinión, son excelentes para acampar y para hacer senderismo, pero que podrían no ser suficientemente efectivos para un entorno urbano. Te recomendamos que leas el artículo para que puedas ampliar información sobre cómo purificar el agua.
Día 6. Linternas y pilas
Seguramente cuando se ha visto interrumpido el suministro eléctrico, lo primero en lo que has pensado es en coger tu linterna o una vela. Por supuesto, aunque sea con pilas, la linterna es mucho más segura, fácil de transportar y de usar.
Una linterna puede sacarte de más de un apuro, no solo cuando no hay electricidad, sino durante esas largas noches en las que podrías necesitarla. Existe una amplia variedad de linternas y de pilas, así como precios. Según sea tu presupuesto puedes comprar esta linterna LED táctica que además, es impermeable.
Por supuesto, siempre que tengas algún tipo de aparato que funcione con pilas, como una linterna o una radio, es imprescindible que cuentes con pilas de repuesto. Lo idóneo sería comprar al menos dos recambios de pilas por cada linterna y aparato. Nosotros las compramos en packs de 48 pilas.
Si no quieres, o no puedes gastarte mucho dinero, tienes la opción de acercarte a la tienda más cercana donde venden todo tipo de artículos a precios reducidos (del tipo de “todo a cien”, “todo por un dólar”, “Todo a un euro”) y hacerte con una linterna para cada miembro de tu familia.
Procura guardar estas linternas y las pilas en un lugar de fácil acceso. Pero, de forma separada del resto de linternas y pilas que puedas tener en tu casa para un uso más frecuente. Recuerda que estas son para una situación de emergencia.
Día 7, ¿Cómo calentar la vivienda?
Por algún fenómeno adverso o circunstancia de emergencia, no tienes luz. Sin electricidad difícilmente podrás calendar la vivienda en la que te encuentras y, si esta situación tiene lugar en invierno, ¿cómo vas a mantener el calor en la vivienda?
Puede que digas: “Tengas chimenea”. Sí, es una opción excelente. Aunque eso sí, si utilizas leña para la chimenea, recuerda que tendrás que tener un stock de leña. Y, por supuesto, que la leña esté guardada en un lugar seco y seguro.
Si no tienes la suerte de contar con una chimenea, una de las opciones más accesibles es una estufa de gas. Sinceramente, si tenemos que elegir entre el gas y el propano, preferimos esta opción a la de propano porque el butano es más seguro, ya que está a menos presión. Además, el butano (de momento) es más barato que el propano. Existen diversos modelos, de tamaños diferentes. El problema es que vas a necesitar botellas de gas para que pueda funcionar. Si te decides por esta opción, te recomendamos que pongas un detector de monóxido de carbono cerca del calentador como medida de seguridad.
Si has cumplido las pautas que te hemos facilitado, en solo 7 días habrás dado un gran paso en tu preparación de emergencias. En nuestro próximo artículo: “Preparación exprés. En solo 2 semanas. Parte 2”, terminarás de prepararte.
Fotografía. Crédito: LUM3N en Pixabay